Aquí el ayudante mayor, que se empeñó en recoger la primera de las Sandías. No estaba seguro de sí la misma se encontraba ya para comer, pues ese zarcillo que existe junto al rabo que la une a la planta aún no estaba totalmente seco.
Como podéis apreciar era de un tamaño considerable.
Gracias Tuqui, llevas toda la razón, no hay mayor regocijo para el que siembra algo, que degustar sus frutos, amén de que todo aquello que cultivamos, no tiene nada que ver con lo que se compra habitualmente en tiendas, fruterias, almacenes, etc. Un saludo amiga.
3 comentarios:
Te felicito, que tentadora se ve esa sandia, que gusto grande poder comer lo que sembramos y cuidamos mucho tiempo
Saludos
Gracias Tuqui, llevas toda la razón, no hay mayor regocijo para el que siembra algo, que degustar sus frutos, amén de que todo aquello que cultivamos, no tiene nada que ver con lo que se compra habitualmente en tiendas, fruterias, almacenes, etc.
Un saludo amiga.
Vaya pinta que tiene la sandia, y si además dices que estaba exquisita, sólo queda felicitarte.
Un abrazo
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